(Hora UTC)
El corte de tráfico en el centro Valladolid desde la mañana del viernes 16 hasta la mañana del lunes 19 de junio, parece no haber tenido repercusiones demasiado apreciables en los niveles de ozono de las tres estaciones del municipio (Vega Sicilia-Puente Poniente-Valladolid Sur).
El argumento de que el ligero descenso en los máximos que tuvo lugar el día 17 es consecuencia de la medida adoptada, se queda cojo si no se explica a continuación a qué es debido, entonces, el ligero ascenso de los máximos del día siguiente. Es decir, establecer una relación causa-efecto a una escala temporal y
espacial tan reducida entre tráfico y ozono, tal
y como sí sucede con el NO2 es, cuando menos, ingenuo.
Un reflejo de lo anterior es el comportamiento tan similar que ha presentado la estación de Medina del Campo, pueblo situada a unos 40 km de
distancia de Valladolid, y que no ha tenido restricciones de tráfico.
Así, intentar modificar puntualmente los niveles de ozono se antoja complicado de realizar (por no decir imposible) con acciones tan locales, ya que este contaminante evoluciona en un ámbito geográfico mucho mayor, y teniendo en cuenta esto, es como debe ser abordado: con políticas para disminuir las emisiones de precursores en todo el territorio regional y estatal (con el calor y el número de horas de sol, poco se puede hacer).
No se pretende aquí manifestar una oposición a los cortes de tráfico por la contaminación, ni nada que se le parezca... pero sí pedir que se reflexione si con una medida se va a obtener algún beneficio antes de adoptarla.
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